3 y nombre el rey personas en todas las provincias de su reino que reúnan a todas las jóvenes vírgenes de buen parecer en la ciudadela de Susa, en la casa de las mujeres, bajo la custodia de Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres, dándoles sus atavíos;
4 y la joven que agrade a los ojos del rey, reine en lugar de Vasti. Y esto agradó al rey, y lo hizo así.
5 Había un hombre judío en la ciudadela de Susa, cuyo nombre era Mardoqueo hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, del linaje de Benjamín,
6 que había sido llevado cautivo de Jerusalén con los cautivos que fueron llevados con Jeconías, rey de Judá, a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, llevó cautivo.
7 Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque ella no tenía padre ni madre; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer; y cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya.
8 Sucedió, pues, que cuando fueron oídos el mandato y el decreto del rey, fueron reunidas muchas jóvenes en la ciudadela de Susa, bajo la custodia de Hegai; Ester también fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai, encargado de las mujeres.
9 Y la joven agradó a sus ojos y halló gracia delante de él, por lo que se apresuró a darle sus atavíos y sus alimentos especiales, dándole también siete doncellas aptas de la casa del rey; y la llevó con sus doncellas al mejor lugar de la casa de las mujeres.