6 Porque, ¿cómo podría yo soportar y ver el mal que alcanzaría a mi pueblo? ¿Cómo podría yo soportar y ver la destrucción de mi gente?
7 Y respondió el rey Asuero a la reina Ester y al judío Mardoqueo: He aquí, yo he dado a Ester la casa de Amán, y a él le han colgado en la horca, por cuanto extendió su mano contra los judíos.
8 Escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os parezca, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque el decreto que se escribe en nombre del rey y se sella con el anillo del rey no puede ser revocado.
9 Entonces fueron llamados los escribas del rey en el mes tercero, que es Siván, a los veintitrés días de ese mes; y se escribió conforme a todo lo que mandó Mardoqueo a los judíos, y a los sátrapas, y a los gobernadores y a los príncipes de las provincias que había desde la India hasta Etiopía, ciento veintisiete provincias; a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, y también a los judíos conforme a su escritura y su lengua.
10 Y se escribió en nombre del rey Asuero y se selló con el anillo del rey, y se enviaron cartas por medio de mensajeros a caballo, montados en corceles vástagos de yeguas reales;
11 en ellas el rey concedía a los judíos que estaban en todas las ciudades que se reuniesen y estuviesen a la defensa de su vida, para exterminar, y matar y destruir el poder del pueblo o provincia que viniese contra ellos, aun a niños y a mujeres, y para apoderarse de sus bienes,
12 esto en un mismo día, en todas las provincias del rey Asuero, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar.