4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio nunca sale adelante; por cuanto el malvado asedia al justo, por eso sale torcido el juicio.
5 Mirad entre las naciones y ved; y maravillaos y asombraos, porque haré una obra en vuestros días que, aun cuando se os cuente, no la creeréis.
6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación feroz e impetuosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas.
7 Espantosa es y terrible; de ella misma proceden su propio juicio y su propia grandeza.
8 Y serán sus caballos más ligeros que leopardos y más feroces que lobos nocturnos; y sus jinetes se dispersarán; vendrán de lejos sus jinetes y volarán como águilas que se apresuran a devorar.
9 Toda ella vendrá para hacer violencia; delante de sus caras viento solano, y recogerá cautivos como arena.
10 Y escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de las fortalezas, y levantará terraplén y las tomará.