1 En mi puesto de guardia estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que él me dirá y lo que he de responder cuando sea reprendido.
2 Y Jehová me respondió y dijo: Escribe la visión y grábala claramente en tablas para que corra el que lea en ella.
3 Aunque la visión es aún para un tiempo señalado, al final hablará y no mentirá; aunque se tarde, espérala, porque sin duda vendrá; no tardará.
4 He aquí, se enorgullece aquel cuya alma no es recta; mas el justo por su fe vivirá.
5 Y también, el vino traiciona al hombre soberbio de modo que no permanece; ensancha su deseo como el Seol y es como la muerte que no se sacia, sino que reúne para sí todas las naciones y recoge para sí todos los pueblos.
6 ¿No han de levantar todos éstos refrán contra él y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplica lo que no es suyo! ¿Hasta cuándo seguirá acumulando sobre sí prendas empeñadas?