5 Y también, el vino traiciona al hombre soberbio de modo que no permanece; ensancha su deseo como el Seol y es como la muerte que no se sacia, sino que reúne para sí todas las naciones y recoge para sí todos los pueblos.
6 ¿No han de levantar todos éstos refrán contra él y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplica lo que no es suyo! ¿Hasta cuándo seguirá acumulando sobre sí prendas empeñadas?
7 ¿No se levantarán de repente tus acreedores, y se despertarán los que te hagan temblar? Y tú serás para ellos objeto de rapiña.
8 Por cuanto tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre de los hombres y de la violencia hecha a la tierra, a las ciudades y a todos los que moraban en ellas.
9 ¡Ay del que obtiene injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal!
10 Has tramado vergüenza para tu casa al destruir a muchos pueblos, y has pecado contra tu alma.
11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la viga del enmaderado le responderá.