8 Y los entregó Jehová en manos de Israel, los cuales los hirieron y los persiguieron hasta Sidón la grande, y hasta Misrefot-maim, hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.
9 Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó con fuego.
10 Y entonces regresó Josué, y tomó Hazor e hirió a espada a su rey, porque Hazor había sido antes cabeza de todos estos reinos.
11 Y mataron a filo de espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyendo todo y no dejando cosa con vida; y a Hazor prendieron fuego.
12 Asimismo, tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado.
13 Pero todas las ciudades que estaban en colinas no las quemó Israel, excepto Hazor, la cual quemó Josué.
14 Y los hijos de Israel tomaron para sí todos los despojos y las bestias de aquellas ciudades; pero a todos los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos, sin dejar ninguno con vida.