5 Y al cerrarse la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres salieron, y no sé a dónde se han ido; seguidlos aprisa y los alcanzaréis.
6 Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía en aquel terrado.
7 Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los vados; y la puerta fue cerrada después que salieron los que tras ellos iban.
8 Mas antes que ellos se durmiesen, ella subió al terrado donde ellos estaban y les dijo:
9 Sé que Jehová os ha dado esta tierra, porque el temor a vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país están acobardados por causa de vosotros;
10 porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y además lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.
11 Al oír esto, ha desfallecido nuestro corazón, y no ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová, vuestro Dios, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.