1 Entonces Josué llamó a los rubenitas y a los gaditas, y a la media tribu de Manasés,
2 y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés, siervo de Jehová, os mandó, y habéis obedecido mi voz en todo lo que os he mandado.
3 No habéis abandonado a vuestros hermanos en estos muchos días hasta hoy, sino que os habéis cuidado de guardar los mandamientos de Jehová vuestro Dios.
4 Ahora, pues, que Jehová vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como lo había prometido, volved, y regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestra posesión que Moisés, siervo de Jehová, os dio al otro lado del Jordán.
5 Solamente que con diligencia cuidéis de poner por obra el mandamiento y la ley que Moisés, siervo de Jehová, os mandó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y os aferréis a él, y le sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
6 Y bendiciéndolos Josué, los envió, y se fueron a sus tiendas.