30 Tampoco Zabulón expulsó a los que habitaban en Quitrón ni a los que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario.
31 Tampoco Aser expulsó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, ni en Ahlab, ni en Aczib, ni en Helba, ni en Afec ni en Rehob.
32 Así que moró Aser entre los cananeos que habitaban en la tierra, pues no los expulsó.
33 Tampoco Neftalí expulsó a los que habitaban en Bet-semes ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat.
34 Los amorreos hicieron retroceder a los hijos de Dan hasta la región montañosa, y no los dejaron descender a los llanos.
35 Y el amorreo persistió en habitar en el monte Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la mano de la casa de José se fortaleció, los hicieron tributarios.
36 Y el límite del amorreo fue desde la subida de Acrabim, desde Sela hacia arriba.