4 Y cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.
5 Y llamaron a aquel lugar Boquim y allí ofrecieron sacrificios a Jehová.
6 Cuando Josué despidió al pueblo, cada uno de los hijos de Israel fue a su heredad para poseerla.
7 Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras que Jehová había hecho por Israel.
8 Y murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, a la edad de ciento diez años.
9 Y lo sepultaron en el territorio de su heredad en Timnat-sera, en los montes de Efraín, al norte del monte Gaas.
10 Y toda aquella generación fue también reunida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho por Israel.