2 Y los principales de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaban presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada.
3 Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa. Y dijeron los hijos de Israel: Decidnos cómo fue esta maldad.
4 Entonces el hombre levita, marido de la mujer muerta, respondió y dijo: Yo llegué a Gabaa de Benjamín con mi concubina para pasar allí la noche.
5 Y levantándose contra mí los de Gabaa, rodearon la casa de noche, con la idea de matarme. Y violaron a mi concubina de tal manera que ella murió.
6 Entonces, tomando yo a mi concubina, la corté en pedazos y los envié por todo el territorio de la heredad de Israel, por cuanto han hecho maldad e infamia en Israel.
7 He aquí, todos vosotros, hijos de Israel, dad aquí vuestro parecer y consejo.
8 Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó y dijo: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni volverá a su casa ninguno de nosotros.