23 Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Jehová, maldecid severamente a sus moradores, porque no vinieron en ayuda de Jehová, en ayuda de Jehová contra los poderosos.
24 Bendita sea entre las mujeres Jael, esposa de Heber, el ceneo; bendita sea entre las mujeres de la tienda.
25 Él pidió agua, y ella le dio leche; en tazón de nobles le presentó cuajada.
26 Su mano tendió a la estaca, y su diestra al mazo de trabajadores; y golpeó a Sísara, hirió su cabeza, horadó y atravesó sus sienes.
27 Cayó encorvado a los pies de ella, quedó tendido; a los pies de ella cayó encorvado; donde se encorvó, allí cayó muerto.
28 La madre de Sísara se asoma a la ventana, y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué las ruedas de sus carros se retrasan?
29 Las más sabias de sus damas le respondían, y aun ella se respondía a sí misma: