8 Aun cuando clamo y doy voces, él cierra los oídos a mi oración.
9 Cercó mis caminos con piedra labrada; torció mis senderos.
10 Fue para mí como oso que acecha, como león en escondrijos.
11 Desvió mis caminos y me despedazó; me dejó desolado.
12 Su arco tensó y me puso como blanco para la saeta.
13 Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba.
14 Fui escarnio a todo mi pueblo, canción de ellos todo el día.