4 Y debajo de él se derretirán los montes, y los valles se hendirán como la cera ante el fuego, como las aguas que corren por un precipicio.
5 Todo esto por la rebelión de Jacob y por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Y cuáles son los lugares altos de Judá? ¿No es Jerusalén?
6 Haré, pues, de Samaria un montón de ruinas, lugares para plantar viñas; y derramaré sus piedras por el valle y descubriré sus cimientos.
7 Y todas sus estatuas serán despedazadas, y todas sus pagas serán quemadas en el fuego, y asolaré todos sus ídolos, porque de paga de rameras las juntó, y a paga de rameras volverán.
8 Por tanto, lamentaré, y aullaré, y andaré despojado y desnudo; haré aullido como de chacales y lamento como de avestruces.
9 Porque su llaga es incurable, pues llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.
10 No lo digáis en Gat ni tampoco lloréis; revuélcate en el polvo de Bet-le-afra.