7 Pero yo acudiré a Jehová; esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.
8 Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, he de levantarme; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.
9 La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia. Él me sacará a la luz; veré su justicia.
10 Y mi enemiga lo verá y se cubrirá de vergüenza, la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como el lodo de las calles.
11 El día en que se reedifiquen tus muros, aquel día se extenderán los límites.
12 En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y desde las ciudades de Egipto, y desde Egipto hasta el Río, y de mar a mar y de monte a monte.
13 Y la tierra será asolada a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras.