18 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.
19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y la estrella de la mañana salga en vuestros corazones,
20 entendiendo primero esto: que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
21 porque la profecía nunca fue dada por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.