3 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, por cuanto vuestra fe va creciendo mucho, y abunda el amor de cada uno de vosotros hacia los demás;
4 tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis.
5 Esto es una demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.
6 Porque es justo para Dios pagar con tribulación a los que os atribulan;
7 y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles,
8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocen a Dios, ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
9 los que serán castigados con eterna perdición, separados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,