13 Y en aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número como siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron y dieron gloria al Dios del cielo.
14 El segundo ¡ay! ha pasado; he aquí, el tercer ¡ay! viene pronto.
15 Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo que decían: Los reinos del mundo han venido a ser reinos de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará para siempre jamás.
16 Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios,
17 diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder y has reinado.
18 Y se han airado las naciones, y tu ira ha venido, y también el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su convenio fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto y granizo grande.