2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
3 Porque el que cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
4 Así que, cada uno examine su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no respecto de otro.
5 Porque cada cual llevará su propia carga.
6 Y el que es enseñado en la palabra, comparta todo lo bueno con el que le instruye.
7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado, porque todo lo que el hombre siembre, eso también segará.
8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.