24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos;
25 los cuales cambiaron la verdad de Dios en mentira, adorando y sirviendo a las criaturas antes que al Creador, el que es bendito por los siglos. Amén.
26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza.
27 Del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo actos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución correspondiente a su extravío.
28 Y como a ellos no les pareció tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer lo que no conviene,
29 estando llenos de toda injusticia, de fornicación, de perversidad, de avaricia, de maldad; llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños y de malignidades; de murmuradores,
30 de detractores, de aborrecedores de Dios, de injuriosos, de soberbios, de altivos, de inventores de males, de desobedientes a los padres,