1 ¿Ignoráis, hermanos (porque hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive?
2 Porque la mujer que tiene marido, mientras el marido vive está ligada a éste por la ley; pero muerto el marido, libre es de la ley del marido.
3 Así que, mientras vive el marido, si se une a otro hombre, se llamará adúltera; pero si su marido muere, es libre de esa ley, de tal manera que si se une a otro marido, no será adúltera.
4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, a saber, del que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.