6 No reparéis en que soy morena,Porque el sol me miró.Los hijos de mi madre se airaron contra mí;Me pusieron a guardar las viñas;Y mi viña, que era mía, no guardé.
7 Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma,Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía;Pues ¿por qué había de estar yo como erranteJunto a los rebaños de tus compañeros?
8 Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres,Ve, sigue las huellas del rebaño,Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.
9 A yegua de los carros de FaraónTe he comparado, amiga mía.
10 Hermosas son tus mejillas entre los pendientes,Tu cuello entre los collares.
11 Zarcillos de oro te haremos,Tachonados de plata.
12 Mientras el rey estaba en su reclinatorio,Mi nardo dio su olor.