24 Que con cincel de hierro y con plomoFuesen esculpidas en piedra para siempre!
25 Yo sé que mi Redentor vive,Y al fin se levantará sobre el polvo;
26 Y después de deshecha esta mi piel,En mi carne he de ver a Dios;
27 Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro,Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
28 Mas debierais decir: ¿Por qué le perseguimos?Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
29 Temed vosotros delante de la espada;Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias,Para que sepáis que hay un juicio.