5 Luego llegaron los sirios de Damasco en ayuda de Hadad-ezer, rey de Soba, pero David hirió de ellos veintidós mil hombres.
6 Y puso David una guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, sometidos a tributo; pues Jehová daba la victoria a David dondequiera que iba.
7 Tomó también David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ezer, y los llevó a Jerusalén.
8 Asimismo de Tibhat y de Cun, ciudades de Hadad-ezer, tomó David muchísimo bronce, con el que Salomón hizo el mar de bronce, las columnas y los utensilios de bronce.
9 Cuando oyó Toi, rey de Hamat, que David había deshecho todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba,
10 envió a Adoram, su hijo, al rey David, para saludarlo y bendecirlo por haber peleado contra Hadad-ezer y haberlo vencido, ya que Toi estaba en guerra con Hadad-ezer. Le envió también toda clase de utensilios de oro, de plata y de bronce;
11 los cuales el rey David dedicó a Jehová, junto a la plata y el oro que había tomado de todas las naciones de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.