18 Entonces dijo ella a Elías:—¿Qué tengo que ver yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido aquí a recordarme mis pecados y a hacer morir a mi hijo?
19 —Dame acá tu hijo —le dijo él.Lo tomó entonces Elías de su regazo, lo llevó al aposento donde él vivía y lo puso sobre su cama.
20 Luego clamó a Jehová diciendo: «Jehová, Dios mío, ¿también a la viuda en cuya casa estoy hospedado vas a afligir, haciendo morir su hijo?»
21 Se tendió sobre el niño tres veces y clamó a Jehová: «Jehová, Dios mío, te ruego que hagas volver el alma a este niño.»
22 Jehová oyó la voz de Elías, el alma volvió al niño y éste revivió.
23 Tomó luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, lo entregó a su madre y le dijo:—Mira, tu hijo vive.
24 Entonces la mujer dijo a Elías:—Ahora reconozco que tú eres un varón de Dios y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.