1 Hubo un hombre de Ramataim, sufita de los montes de Efraín, que se llamaba Elcana hijo de Jeroham hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo.
2 Tenía dos mujeres; el nombre de una era Ana, y el de la otra, Penina. Penina tenía hijos, pero Ana no los tenía.
3 Todos los años, aquel hombre subía de su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí: Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová.
4 Cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba a Penina, su mujer, la parte que le correspondía, así como a cada uno de sus hijos e hijas.
5 Pero a Ana le daba una parte escogida, porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener hijos.