9 Luego respondieron a los mensajeros que habían venido:—Así diréis a los de Jabes de Galaad: “Mañana, al calentar el sol, seréis librados.”Fueron los mensajeros y lo anunciaron a los de Jabes, que se alegraron.
10 Y los de Jabes dijeron a los enemigos:—Mañana nos rendiremos a vosotros, para que hagáis con nosotros lo que bien os parezca.
11 Aconteció que al día siguiente dispuso Saúl al pueblo en tres compañías, que irrumpieron en medio del campamento en la vigilia de la mañana y abatieron a los amonitas hasta el mediodía. Los que quedaron fueron dispersados, de tal manera que no quedaron dos de ellos juntos.
12 Entonces el pueblo dijo a Samuel:—¿Quiénes son los que decían: “Acaso va a reinar Saúl sobre nosotros”? Dadnos esos hombres y los mataremos.
13 Pero Saúl dijo:—No morirá hoy ninguno, porque hoy Jehová ha traído salvación a Israel.
14 Y Samuel dijo al pueblo:—Venid, vamos a Gilgal para instaurar allí el reino.
15 Todo el pueblo fue a Gilgal, y allí en Gilgal, delante de Jehová, invistieron a Saúl como rey. Y sacrificaron allí ofrendas de paz delante de Jehová, y se alegraron mucho Saúl y todos los de Israel.