12 Envió, pues, por él, y lo hizo entrar. Era rubio, de hermosos ojos y de buen parecer. Entonces Jehová dijo:«Levántate y úngelo, porque éste es.»
13 Samuel tomó el cuerno del aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. A partir de aquel día vino sobre David el espíritu de Jehová. Se levantó luego Samuel y regresó a Ramá.
14 El espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de Jehová lo atormentaba.
15 Y los criados de Saúl le dijeron:—Mira, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.
16 Diga, pues, nuestro señor a tus siervos que están en tu presencia, que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, toque con su mano y tengas alivio.
17 Saúl respondió a sus criados:—Buscadme ahora, pues, a alguno que toque bien, y traédmelo.
18 Entonces uno de los criados respondió:—He visto a un hijo de Isaí de Belén que sabe tocar; es valiente y vigoroso, hombre de guerra, prudente en sus palabras, hermoso, y Jehová está con él.