7 Pero Jehová respondió a Samuel:—No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
8 Entonces llamó Isaí a Abinadab y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo:—Tampoco a éste ha escogido Jehová.
9 Hizo luego pasar Isaí a Sama. Pero Samuel dijo:—Tampoco a éste ha elegido Jehová.
10 Hizo luego pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí:—Jehová no ha elegido a estos.
11 Entonces dijo Samuel a Isaí:—¿Son estos todos tus hijos?Isaí respondió:—Queda aún el menor, que apacienta las ovejas.Y dijo Samuel a Isaí:—Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.
12 Envió, pues, por él, y lo hizo entrar. Era rubio, de hermosos ojos y de buen parecer. Entonces Jehová dijo:«Levántate y úngelo, porque éste es.»
13 Samuel tomó el cuerno del aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. A partir de aquel día vino sobre David el espíritu de Jehová. Se levantó luego Samuel y regresó a Ramá.