4 Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín llamado Goliat, oriundo de Gat, que medía seis codos y un palmo de altura.
5 Llevaba un casco de bronce en su cabeza y vestía una coraza de malla; la coraza pesaba cinco mil siclos de bronce.
6 En sus piernas tenía canilleras de bronce y una jabalina de bronce a la espalda.
7 El asta de su lanza era como un rodillo de telar y la punta de su lanza pesaba seiscientos siclos de hierro. Delante de él iba su escudero.
8 Goliat se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles:—¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí.
9 Si él puede pelear conmigo y me vence, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo puedo más que él y lo venzo, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis.
10 Hoy yo he desafiado —añadió el filisteo— al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo.