13 por eso Saúl lo alejó de su lado y lo puso al frente de un millar de hombres. Así David salía y entraba a la cabeza de sus hombres.
14 David se conducía prudentemente en todos sus asuntos y Jehová estaba con él.
15 Al ver Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él.
16 Pero todo Israel y Judá amaba a David, pues salía y entraba a la cabeza de ellos.
17 Entonces dijo Saúl a David:—Voy a darte por mujer a Merab, mi hija mayor, con tal que me seas hombre valiente y pelees las batallas de Jehová.Pero Saúl pensaba: «Que no sea mi mano la que se levante contra él, sino la mano de los filisteos.»
18 Pero David respondió a Saúl:—¿Quién soy yo, qué es mi vida o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?
19 Cuando llegó el tiempo en que Merab, hija de Saúl, debía ser entregada a David, fue dada por mujer a Adriel, el meholatita.