25 Saúl les dijo:—Decid así a David: “El rey no desea la dote, sino cien prepucios de filisteos, para vengarse de los enemigos del rey.”Pero Saúl pensaba hacer caer a David en manos de los filisteos.
26 Cuando sus siervos comunicaron a David estas palabras, pareció bien a los ojos de David la cosa de ser yerno del rey. Y antes que el plazo se cumpliera,
27 se levantó David, se fue con su gente y mató a doscientos hombres de los filisteos. Trajo David los prepucios de ellos y los entregó todos al rey, a fin de hacerse yerno del rey. Entonces Saúl le dio a su hija Mical por mujer.
28 Al ver esto Saúl, comprendió que Jehová estaba con David, y que su hija Mical lo amaba.
29 Por eso tuvo más temor de David, y fue enemigo de David todos los días de su vida.
30 Salían en campaña los príncipes de los filisteos, y cada vez que salían, David tenía más éxito que todos los siervos de Saúl, por lo cual su nombre se hizo muy famoso.