12 Dijo luego David:—¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl?Jehová respondió:—Os entregarán.
13 Entonces David partió con sus hombres, que eran como seiscientos, salieron de Keila y anduvieron de un lugar a otro. Llegó a Saúl la noticia de que David se había escapado de Keila y desistió de salir.
14 David se quedó en el desierto, en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif. Lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.
15 Viendo, pues, David que Saúl había salido en busca de su vida, se quedó en Hores, en el desierto de Zif.
16 Jonatán hijo de Saúl se levantó y vino adonde estaba David, en Hores, y lo reconfortó en Dios
17 diciéndole:—No temas, pues no te hallará la mano de Saúl, mi padre; tú reinarás sobre Israel y yo seré tu segundo. Hasta mi padre Saúl lo sabe.
18 Ambos hicieron un pacto delante de Jehová; David se quedó en Hores y Jonatán se volvió a su casa.