4 Supo David en el desierto que Nabal esquilaba sus ovejas.
5 Entonces envió David diez jóvenes y les dijo: «Subid al Carmel e id a Nabal; saludadlo en mi nombre
6 y decidle: “Paz a ti, a tu familia, y paz a todo cuanto tienes.
7 He sabido que tienes esquiladores. Ahora bien, tus pastores han estado con nosotros; no los tratamos mal ni les faltó nada en todo el tiempo que han estado en Carmel.
8 Pregunta a tus criados y ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos jóvenes gracia a tus ojos, porque hemos venido en buen día; te ruego que des lo que tengas a mano a tus siervos y a tu hijo David.”»
9 Los jóvenes enviados por David fueron y dijeron a Nabal todas estas cosas en nombre de David, y callaron.
10 Pero Nabal respondió a los jóvenes enviados por David:—¿Quién es David, quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores.