10 Y tenía Salomón doscientos cincuenta gobernadores principales, los cuales mandaban sobre aquella gente.
11 Trasladó Salomón a la hija del faraón, de la Ciudad de David a la casa que él había edificado para ella; porque dijo: «Mi mujer no habitará en la casa de David, rey de Israel, porque aquellas habitaciones donde ha entrado el Arca de Jehová, son sagradas.»
12 Entonces ofreció Salomón holocaustos a Jehová sobre el altar de Jehová que él había edificado delante del pórtico;
13 los ofreció según el rito de cada día, conforme al mandamiento de Moisés, en los sábados, las nuevas lunas, y en las fiestas solemnes, tres veces al año, esto es, en la fiesta de los Panes sin levadura, en la fiesta de las Semanas y en la fiesta de los Tabernáculos.
14 También estableció los turnos de los sacerdotes en sus oficios, conforme a lo ordenado por David, su padre, a los levitas en sus cargos, para que alabaran y ministraran delante de los sacerdotes, según el rito de cada día; asimismo los porteros, según su orden, en cada puerta; porque así lo había mandado David, hombre de Dios.
15 No se apartaron del mandamiento del rey en cuanto a los sacerdotes, los levitas, los tesoros, y todo otro negocio;
16 porque toda la obra de Salomón estaba preparada desde el día en que se pusieron los cimientos de la casa de Jehová hasta que fue terminada, hasta que la casa de Jehová fue acabada totalmente.