20 Luego dijo Jehú:«Santificad un día solemne a Baal.»Y ellos lo convocaron.
21 Entonces envió Jehú mensajeros por todo Israel, y vinieron todos los adoradores de Baal, de tal manera que no hubo ninguno que no viniera. Entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se llenó de extremo a extremo.
22 Dijo entonces al encargado de las vestiduras: «Saca las vestiduras para todos los adoradores de Baal.»Él les sacó las vestiduras.
23 Y entró Jehú con Jonadab hijo de Recab en el templo de Baal, y dijo a los adoradores de Baal: «Mirad y ved que no haya aquí entre vosotros alguno de los adoradores de Jehová, sino solo los adoradores de Baal.»
24 Cuando ellos entraron para ofrecer sacrificios y holocaustos, Jehú puso fuera a ochenta hombres y les advirtió: «Cualquiera que deje vivo a alguno de los hombres que yo he puesto en vuestras manos, lo pagará con su vida.»
25 Después que ellos acabaron de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: «Entrad y matadlos; que no escape ninguno.»Los de la guardia y los capitanes los mataron a espada y los dejaron tendidos. Luego fueron hasta el lugar santo del templo de Baal,
26 sacaron las estatuas del templo de Baal y las quemaron.