13 Ezequías los atendió y les mostró toda la casa de sus tesoros, la plata y el oro, las especias y ungüentos preciosos, su depósito de armas y todo lo que había en sus tesoros. Ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrara, tanto en su casa como en todos sus dominios.
14 Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías, y le preguntó:—¿De dónde vinieron esos hombres y qué te dijeron?Ezequías le respondió:—De lejanas tierras han venido, de Babilonia.
15 Isaías le volvió a preguntar:—¿Qué vieron en tu casa?Ezequías respondió:—Vieron todo lo que había en mi casa. Nada quedó en mis tesoros que no les mostrara.
16 Entonces Isaías dijo a Ezequías:—Oye esta palabra de Jehová:
17 “Vienen días en que todo lo que está en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy será llevado a Babilonia, sin quedar nada, dice Jehová.
18 Y algunos de los hijos que salgan de ti, que hayas engendrado, los tomarán para que sean eunucos en el palacio del rey de Babilonia.”
19 Entonces Ezequías dijo a Isaías:—La palabra que has hablado de parte de Jehová es buena.Pues pensaba: «Al menos en mis días habrá paz y seguridad.»