6 Al llegar Mefi-boset hijo de Jonatán hijo de Saúl, ante David, se postró sobre su rostro e hizo una reverencia. David le dijo:—Mefi-boset.—Aquí tienes a tu siervo —respondió él.
7 Luego David añadió:—No tengas temor, porque a la verdad yo tendré misericordia contigo por amor de Jonatán tu padre. Te devolveré todas las tierras de tu padre Saúl, y tú comerás siempre a mi mesa.
8 Inclinándose él dijo:—¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?
9 Entonces el rey llamó a Siba, siervo de Saúl, y le dijo:—Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor.
10 Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset, el hijo de tu señor, comerá siempre a mi mesa.Siba, que tenía quince hijos y veinte siervos,
11 respondió al rey:—Conforme a todo lo que ha mandado mi señor, el rey, a su siervo, así lo hará tu siervo.—Mefi-boset —dijo el rey— comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.
12 Tenía Mefi-boset un hijo pequeño, llamado Micaía. Todos los que vivían en la casa de Siba eran siervos de Mefi-boset.