1 Por las noches busqué en mi lechoal amado de mi alma;lo busqué, mas no lo hallé.
2 Pensé entonces:«Me levantaré, recorreré la ciudad,y por calles y plazasbuscaré al amado de mi alma.»Lo busqué, mas no lo hallé.
3 Me hallaron los guardiasque rondan la ciudad,y les pregunté: «¿Habéis visto al amado de mi alma?»
4 Apenas me aparté de ellos un poco,hallé al amado de mi alma;me así a él, y no lo dejéhasta llevarlo a casa de mi madre,a la habitación de quien me dio a luz.
5 ¡Yo os conjuro, hijas de Jerusalén,por las gacelas y las ciervasdel campo,que no despertéis a mi amor!¡Dejadla dormir mientras quiera!