22 »También en Tabera, en Masah y en Kibrot-hataava provocasteis a ira a Jehová.
23 Y cuando desde Cades-barnea Jehová os mandó: “Subid y poseed la tierra que yo os he dado”, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, vuestro Dios, y no le creísteis ni obedecisteis a su voz.
24 Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día en que yo os conozco.
25 »Me postré, pues, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque Jehová dijo que os había de destruir.
26 Y oré a Jehová diciendo: Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo, a la heredad que has redimido con tu grandeza y que sacaste de Egipto con mano poderosa.
27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires la dureza de este pueblo, su impiedad ni su pecado,
28 no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: “Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto.”