1 Dije yo en mi corazón: «Vamos ahora, te probaré con el placer: gozarás de lo bueno.» Pero he aquí, esto también era vanidad.
2 A la risa dije: «Enloqueces»; y al placer: «¿De qué sirve esto?»
3 Decidí en mi corazón agasajar mi carne con vino y, sin renunciar mi corazón a la sabiduría, entregarme a la necedad, hasta ver cuál es el bien en el que los hijos de los hombres se ocupan debajo del cielo todos los días de su vida.
4 Acometí grandes obras, me edifiqué casas, planté viñas para mí;