Eclesiastés 2:10 RVR1995

10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni privé a mi corazón de placer alguno, porque mi corazón se gozaba de todo lo que hacía. Ésta fue la recompensa de todas mis fatigas.

Leer capítulo completo Eclesiastés 2

Ver Eclesiastés 2:10 en contexto