3 Porque de las muchas ocupaciones vienen los sueños, y de la multitud de palabras la voz del necio.
4 Cuando a Dios hagas promesa, no tardes en cumplirla, porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
5 Mejor es no prometer que prometer y no cumplir.
6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni delante del ángel digas que fue por ignorancia. ¿Por qué hacer que Dios se enoje a causa de tus palabras y destruya la obra de tus manos?
7 Pues,donde abundan los sueñosabundan también las vanidadesy las muchas palabras.Pero tú, teme a Dios.
8 Si ves en la provincia que se oprime a los pobres y se pervierte el derecho y la justicia, no te maravilles: porque sobre uno alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ambos.
9 El provecho de la tierra es para todos y el rey mismo está al servicio del campo.