16 —Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, observad el sexo: si es hijo, matadlo; si es hija, dejadla vivir.
17 Pero las parteras temieron a Dios y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños.
18 Entonces el rey de Egipto hizo llamar a las parteras, y les dijo:—¿Por qué habéis hecho esto? ¿Por que habéis preservado la vida a los niños?
19 Las parteras respondieron al faraón:—Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; son robustas y dan a luz antes que llegue la partera.
20 Dios favoreció a las parteras; el pueblo se multiplicó y se fortaleció mucho.
21 Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias.
22 Entonces el faraón dio a todo su pueblo esta orden: «Echad al río a todo hijo que nazca, y preservad la vida a toda hija.»