20 pero no podrás ver mi rostro —añadió—, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo.
21 Luego dijo Jehová:—Aquí hay un lugar junto a mí. Tú estarás sobre la peña,
22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
23 Después apartaré mi mano y verás mis espaldas, pero no se verá mi rostro.