5 Descendió Jehová en la nube y permaneció allí junto a él; y él proclamó el nombre de Jehová.
6 Jehová pasó por delante de él y exclamó:—¡Jehová! ¡Jehová! Dios fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira y grande en misericordia y verdad,
7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, pero que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
8 Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hasta el suelo y adoró,
9 diciendo:—Señor, si en verdad he hallado gracia a tus ojos, que vaya ahora el Señor en medio de nosotros. Éste es un pueblo muy terco, pero perdona nuestra maldad y nuestro pecado, y acéptanos como tu heredad.
10 Jehová le dijo:«Mira, voy a hacer un pacto delante de todo tu pueblo. Haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual tú estás la obra de Jehová, porque será cosa tremenda la que yo haré contigo.
11 »Guarda lo que yo te mando hoy. Yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo.