7 Yo hice como se me había mandado; saqué mis enseres de día, como enseres para el destierro, y a la tarde me abrí paso a través de la pared con mi propia mano; salí de noche, y los llevé sobre los hombros a la vista de ellos.
8 Por la mañana vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
9 «Hijo de hombre, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, aquella casa rebelde, qué haces?
10 Diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Esta profecía se refiere al gobernante en Jerusalén y a toda la casa de Israel que está en medio de ella.”
11 Diles: “Yo soy vuestra señal. Como yo hice, así se hará con vosotros: partiréis al destierro, en cautividad.
12 Y al gobernante que está en medio de ellos, lo llevarán a cuestas de noche, y saldrán. A través de la pared abrirán un paso para sacarlo por ella, y cubrirá su rostro para no ver con sus ojos el país.
13 Pero yo extenderé mi red sobre él y caerá preso en mi trampa, y lo haré llevar a Babilonia, a la tierra de los caldeos; pero no la verá, y allá morirá.