27 Los hijos de Jacob pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, por cuanto habían deshonrado a su hermana.
28 Tomaron sus ovejas, vacas y asnos, lo que había en la ciudad y en el campo,
29 y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en las casas.
30 Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví:—Me habéis puesto en un grave aprieto al hacerme odioso a los habitantes de esta tierra, el cananeo y el ferezeo. Como tengo pocos hombres, se juntarán contra mí, me atacarán, y me destruirán a mí y a mi casa.
31 Pero ellos respondieron:—¿Acaso tenía él que tratar a nuestra hermana como a una ramera?