8 Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey hasta la llanura de Jericó. Allí dieron alcance a Sedequías, a quien todo su ejército había abandonado.
9 Entonces apresaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, a Ribla, en tierra de Hamat, donde pronunció sentencia contra él.
10 Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías ante sus ojos; y también degolló en Ribla a todos los jefes de Judá.
11 A Sedequías, el rey de Babilonia le sacó los ojos, lo ató con grillos y lo hizo llevar a Babilonia, donde lo encarceló hasta el día de su muerte.
12 En el mes quinto, a los diez días del mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que solía permanecer cerca del rey de Babilonia.
13 Él quemó la casa de Jehová, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén. Destruyó a fuego todo edificio grande.
14 Todo el ejército de los caldeos que venía con el capitán de la guardia destruyó los muros en todo el contorno de Jerusalén.