22 También se apoderó de todo el territorio del amorreo desde el Arnón hasta el Jaboc, y desde el desierto hasta el Jordán.
23 Así que, ¿pretendes tú apoderarte de lo que Jehová, Dios de Israel, le quitó al amorreo en favor de su pueblo Israel?
24 Lo que te haga poseer Quemos, tu dios, ¿no lo poseerías tú? Así, todo lo que Jehová, nuestro Dios, nos ha dado, nosotros lo poseeremos.
25 ¿Eres tú ahora mejor en algo que Balac hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Tuvo él alguna reclamación contra Israel o hizo guerra contra nosotros?
26 Ya hace trescientos años que Israel habita en Hesbón y sus aldeas, en Aroer y sus aldeas, y en todas las ciudades que están en el territorio del Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en todo ese tiempo?
27 Así que, yo en nada he pecado contra ti, pero tú haces mal peleando contra mí. Jehová, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón.”
28 Pero el rey de los hijos de Amón no atendió a estas razones que Jefté le había enviado.